EUROPA
PRESS
8 febrero
2019
Signos
de alarma de trastorno de conducta alimentaría
Aunque por desgracia un trastorno de
conducta alimentaría puede presentarse a cualquier edad, es más frecuente que
en la adolescencia surjan estos problemas. Según señala la Fundación Hospital
de Nens de Barcelona, "quizá una vez está
establecido el trastorno es relativamente 'fácil' llegar a un diagnóstico, sin
embargo hay ciertos signos de alarma que se pueden ir instaurando lentamente y
que pueden poner en alerta a las familias de que alguna cosa está
ocurriendo".
En este sentido, Clotilde Vázquez, jefa del departamento de
Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz,
explica a Infosalus que entre estos signos de alarma
podrían encontrarse los cambios bruscos en la forma de comer, se puede comer
menos, así como una obsesión por el peso y por el tipo de alimentación.
"En las chicas, a veces tempranamente, suelen aparecer también trastornos
en la regla", añade.
En estos casos, según defiende la especialista, lo ideal es
consultar con un experto lo antes posible, y no poniendo desde el principio
etiquetas de que se tiene una enfermedad, sino aconsejándole ya que le preocupa
alimentarse adecuadamente, así como mantener un buen peso. "Hay que asesorarse
para lograr un peso ideal sin hacer ninguna agresión a tu cuerpo y a tu mente.
Es muy efectiva esta manera de trabajar si se coge al principio. Cuando ha
pasado tiempo es cada vez más difícil superar el trastorno, y además ya hay
desnutrición", aclara.
Los trastornos
Según la Mayo Clinic
estadounidense, la anorexia es un trastorno de la alimentación que se
caracteriza por el peso corporal anormalmente bajo, el temor intenso a aumentar
de peso y la percepción distorsionada del peso. "Para las personas con
anorexia, es muy importante controlar su peso y su figura corporal, y hacen
todo tipo de sacrificios que suelen interferir en su vida de forma
significativa", agrega.
"Cuando se desarrolla bulimia las jóvenes no suelen
cambiar de peso porque se atiborran de comida, pero sí cambian su conducta.
Tratan de comer en grupo y, luego clandestinamente, les surge la ansiedad y se
dan el atracón. Los padres pueden notar en la cama restos de comida, o que en
la nevera faltan cosas. Es más frecuente en chicas esta enfermedad",
apunta Vázquez.
En el caso de la vigorexia, la
especialista dice que este trastorno comparte con la anorexia y con la bulimia
esa obsesión con el peso y con la comida, pero en este caso se empiezan a
practicar deporte todos los días y muchas veces hasta la extenuación. Indica
que es más frecuente este trastorno en chicos, aunque también suele darse en
chicas.
Otra de las características que presentan las personas con
un trastorno alimentario es que se interesan por que siempre los demás coman,
mientras que ellos no comen o hacen triquiñuelas para esconder la comida.
La jefa del departamento de Endocrinología y Nutrición del
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz destaca que emocionalmente
también representa un trastorno muy serio, que en las fases iniciales del
trastorno se puede trabajar y paliar desde el punto de vista psicológico,
nutricional y hormonal.
"Se cura un 30% de estas personas. Otro 30-40% presenta
una cronicidad leve, pueden tener una vida normal, y se agrava coincidiendo con
momento puntual en la vida. Del restante 30% enferma durante muchos años y
necesitan soporte nutricional toda la vida. Hay un 1-2% de mortalidad entre los
trastornos alimentarios", precisa.
Principales signos
de alarma
Desde el Hospital de Nens enumeran
los principales signos de alarma a tener en cuenta:
En relación con la
alimentación:
·
Utilización injustificada de dietas restrictivas.
·
Estado de preocupación constante, que puede llegar a la
obsesión por todo lo que estérelacionado con la alimentación.
·
Interés exagerado por recetas de cocina, dietas, tablas de
calorías, entre otras.
·
Preferencia por no comer en compañía.
·
Interés por cocinar para los demás y hábito de encontrar
excusas para no comer.
·
Sentimiento de culpabilidad por haber comido.
·
Comportamiento alimentario extraño (comer de pie, desmenuzar
la comida en trozos muy pequeños,
jugar, esconderlo, etc.).
·
Levantarse de la mesa y encerrarse en el baño después de
cada comida.
En relación con el
peso:
·
Pérdida de peso injustificada o detención del aumento.
·
Miedo y rechazo exagerados con respecto al sobrepeso.
·
Práctica del vómito autoinducido o del ayuno y utilización
de laxantes o diuréticos con el
objetivo de controlar el peso o perderlo.
En relación con la
imagen corporal:
·
Percepción errónea de tener un cuerpo graso
·
Intentos de esconder el cuerpo con la utilización de ropa
ancha, evitando el bañador, por ejemplo.
En relación con el
ejercicio físico:
·
Hacer ejercicio en exceso y mostrar nerviosismo si no se
hace.
·
Utilización del ejercicio para adelgazar.
En relación con el
comportamiento:
·
Insatisfacción personal constante, estado depresivo e
irritable, con cambios de humor
frecuentes.
·
Disminución de las relaciones sociales, con tendencia al
aislamiento.
·
Aumento aparente de las horas de estudio y dificultad de
concentración.